A la hora de viajar, el mapa del mundo ofrece infinidad de destinos. Dentro de ellos está Sri Lanka. Un lugar que es habitual que impacte por su gran belleza, que le ha valido diferentes calificativos o ser renombrado como Paraíso sobre la Tierra, la Perla de Oriente, Lágrima de la India o la Isla Resplandeciente. Solo estos nombres ya dan una idea de todo lo que puede ofrecer al visitante, quien se verá seducido por monumentos milenarios, ciudades coloniales, plantaciones de té y unas excelentes playas, entre otros muchos atractivos por los que destaca Sri Lanka.
Qué ver
Uno de los destinos obligados en la isla es Colombo, que es su capital. Una ciudad que se caracteriza por sus fuertes contrastes en los que conviven las mansiones coloniales con los modernos hoteles, los centros comerciales, bazares…. Son contrastes que también se observan en sus gentes en la forma de vestir, siendo habitual encontrar por la calle mujeres que llevan los tradicionales sarongs, pero también jóvenes que visten jeans.
Los restos coloniales se localizan principalmente en Fuerte, que es el centro de Colombo. Dentro de ellos, está la Ligthhouse Clock Tower, que hacía de faro y de reloj al mismo tiempo para la ciudad. La visita también nos debe llevar al propio fuerte, así como al Dutch Hospital, que fue construido por colonos holandeses y que, hoy en día, es una zona de ocio y de restauración.
Más hacia el sur, está el fuerte y la ciudadela de Galle, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El recorrido por Sri Lanka igualmente lleva al viajero hacia Sigiriya, que es una antigua ciudadela del siglo V, que fue edificada en un gran peñazo que se eleva a casi unos 200 metros sobre las selvas. La subida cuesta –hay más de 2.000 escalones con algunos tramos sobre el abismo-, pero bien merece la pena hacer el sacrificio -si se puede por razones físicas- para disfrutar de este entorno.
Dentro de la ascensión, se pueden ver frescos, que se denominan de las doncellas o apsara de Sigiriya, que tienen mujeres con pechos desnudos. En total, se conservan en perfecto estado un total de 19 de ellas.
También hay que visitar el monte de Pidurangala, que está situado a unos pocos metros de Sigiriya y que ofrece una impresionante vista. Cerca igualmente está Dambulla, que es una roca gigantesca con un profundo pliegue en el que hay cinco cavernas de gran tamaño dedicadas a Buda. En ellas, se pueden ver estatuas en diferentes posturas y un techo con cientos de retratos de Buda.
El itinerario lleva a Polonnaruwa, que fue la segunda capital del reino entre los siglos XI y XII. Al sur está el gran lago artificial, el Parakrama Samudra, que es obra de Parakramabahu I. La ruta comprende otros lugares como Kandy, que es un centro cultural tradicional situado en un marco de gran belleza y donde se venera una antigua reliquia: el diente de Buda, que llegó prendido del pelo de la princesa india de Orissan.
No obstante, hay que tener en cuenta que esta reliquia, en realidad, no se muestra a los visitantes, quienes ven un relicario de plata dorada, que encierra otros seis que van reduciendo su tamaño. En el más pequeño, es donde se encuentra el diente sagrado.
Y si por algo es famoso Sri Lanka es por sus montañas verdes del té. Son plantaciones de gran belleza en las que se puede ver a las mujeres trabajando con sus coloridos atuendos y los cestos de mimbre en la espalda.
Playas
Finalmente, hay que hablar de las playas. Las mejores están en el sur. Se caracterizan por ser limpias, salvajes y por su arena amarilla, que contrasta con la vegetación que llega prácticamente hasta el borde del agua.