A tan solo 15 minutos del centro de Tepoztlán se encuentra el Castillo de Piedras Vivas, un hospedaje único en este bello pueblo mágico. En el bello pueblo mágico de Tepoztlán se encuentra un castillo rodeado de montañas y encinos, en el cual podrás hospedarte o tener una boda de ensueño a tan solo dos horas de la CDMX. Este acogedor y peculiar espacio llamado Castillo de Piedras Vivas está dividido en villas y habitaciones con vistas espectaculares al Tepozteco, cada una de ellas con amenidades de lujo y espacios decorados al estilo colonial.
Ubicado en el barrio de Santo Domingo y a tan solo 15 minutos del centro de Tepoztlán, el Castillo de Piedras Vivas es un hospedaje único en la zona. Cuenta con jardines enormes y una piscina principal que da directamente al Tepozteco, la cual permite tener una vista espectacular de los coloridos atardeceres de este pueblo mágico. Al estar tan cerca del centro, permite tener alcance a los mercados locales de artesanías y restaurantes de la zona.
Además de ser uno de los hospedajes más bellos de la zona, este espacio también es el escenario perfecto para una boda de ensueño, ya que cuenta con jardines enormes y un auditorio que puede albergar hasta 60 invitados. También es perfecto para que tus invitados se hospeden en sus villas y así tengas todo a tu alcance. El auditorio también cuenta con paquetes para empresas y reuniones familiares.
Dependiendo el tipo de habitación o villa que elijas, el Castillo de Piedras Vivas ofrece a sus huéspedes terrazas con vista al Tepozteco, amplios espacios con sala, comedor, desayunador y baños con acabados de lujo. En la parte frontal del castillo podrás encontrar la alberca climatizada con camastros con vista a los jardines, y en el interior el jacuzzi con capacidad para 12 personas.
El Castillo de Piedras Vivas también tiene un temazcal con capacidad para 10 a 12 personas, con tratamientos de purificación y alineación de chakras, el cual puede estar guiado por un chamán o curandero de la zona. Este espacio también tiene áreas libres para meditar o practicar yoga al amanecer y servicios de cenas románticas al aire libre o en alguno de sus salones privados.