Puede que no lo sepas, pero la inflamación suele ir relacionada con muchas enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis. De hecho, puede ser responsable de la obesidad o de los problemas cardiovasculares, así que merece la pena reducirla cuando aparece. Eso sí, no hay que alarmarse más de la cuenta porque en condiciones normales no es más que un proceso biológico que se manifiesta para luchar contra agentes peligrosos como pueden ser las células dañadas, los virus o las bacterias.
Si quiere reducir la inflamación sin tener que recurrir a tratamientos, te recomiendo que tomes nota de los consejos que te doy a continuación.
Indice
Consumir alimentos alcalinos
Los alimentos alcalinos te ayudarán a regular el pH de la sangre, así que deberías incorporarlos a tu dieta porque trabajarán para mejorar el funcionamiento de tus órganos vitales. Todo lo contrario podemos decir de las dietas ácidas, que pueden provocar grandes alteraciones.
¿A qué me refiero con alimentos alcalinos? Me refiero al té verde, al vinagre de manzana, a los cereales integrales, a las frutas, a los vegetales de hojas verdes y otro tipo de verduras, a las hierbas… Por el contrario, deberías evitar otros como los embutidos, los productos enlatados, las carnes rojas, los productos lácteos, los granos procesados o el café.
Menos azúcar
Entre todo los que he citado anteriormente como alimentos poco recomendables para combatir la inflamación, podríamos sumar el azúcar. Causa alteraciones en el mecanismo de inflamación del cuerpo, así que hay que reducir su consumo lo máximo posible. Hay que hacerlo con fuerza de voluntad y pensando en alternativas saludables.
Ejercicio
Hacer deporte es positivo hasta para luchar contra la inflamación. En este caso estimula la eliminación de toxinas y acaba con todo aquello que hace que los órganos no funcionen del todo bien. 30 minutos de ejercicio al día son suficientes para evitar problemas cardiovasculares o la temida artritis. Además, no es imprescindible hacerlo a un nivel muy alto, ya que 30 minutos andando a un buen ritmo son más que bienvenidos.
Descanso
Si no dormimos bien, si acumulamos tensión física y emocional, es probable que los procesos de inflamación se disparen. Durante el sueño los órganos llevan a cabo operaciones de mantenimiento o reparación, así que hay que hacer todo lo posible para dormir como mínimo 8 horas. Tu sistema nervioso también te lo agradecerá, así que haz todo lo posible para descansar como es debido. Un buen truco para no tener problemas es cenar ligero y olvidarse de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos como mínimo una hora antes de acostarse.
Más grasas saludables
Las grasas saludables, como su propio nombre indica, son buenas para el organismo. De ahí que muchos dietistas las incluyan dentro de los planes que preparan para sus pacientes. Las encontrarás en alimentos como los frutos secos, el aguacate, el pescado azul o el aceite de oliva.