Las lámparas adquieren una importante relevancia en el contexto de la decoración del hogar por su influencia directa en la iluminación de los espacios interiores y exteriores. Sin embargo, la presencia de una lámpara también adquiere un significado añadido por su propuesta estética.
Indice
1. Lámparas que se convierten en protagonistas
La personalidad de un entorno puede poner el acento en el tipo de suelo, en el color de las paredes, en el estilo del mobiliario, en los complementos… Sin embargo, la diferenciación de un entorno también puede girar alrededor de lámparas que destacan desde distintas perspectivas. Así sucede, por ejemplo, con aquellos diseños con formas llamativas que se transforman en auténticas obras de arte.
2. Estilo propio
Es esencial elegir el estilo principal de un escenario concreto. De este modo, es posible unificar en torno a dicha propuesta estética las diferentes decisiones que se enmarcan en el proceso creativo. Es decir, el estilo aporta un contexto que integra diferentes aspectos como los acabados seleccionados, las texturas, las características de los muebles, los suelos y, también, el tipo de lámparas.
Por ejemplo, si quieres reformar una vivienda para crear un ambiente de inspiración industrial, los productos con un acabado metálico se alinean con el contexto. Las lámparas de araña combinan con el estilo clásico. Por su parte, el mimbre es uno de los ingredientes utilizados en estancias rústicas.
3. Personalizan el entorno a través de sus efectos visuales
La decoración de una casa adquiere su esencia definitiva cuando se personaliza por medio de detalles emocionales, complementos y piezas que dan dinamismo al salón, el dormitorio, el recibidor o el comedor.
Los diferentes tipos de lámparas enriquecen la perspectiva de un ambiente a través de puntos diferentes que se complementan en el plano. Una imagen que se percibe con especial nitidez en el salón. Una habitación multifuncional que puede unificar diferentes tipos de lámparas para crear rincones acogedores.
Las lámparas y la decoración forman un perfecto binomio. Es posible jugar con diferentes diseños para crear bonitas composiciones en línea o, también, buscar la perspectiva de la altura a través de distintos puntos de luz vinculados entre sí (como puedes ver en la fotografía).
4. Las lámparas decoran incluso cuando están apagadas
Las lámparas ponen el acento en la iluminación, es decir, tienen una función práctica. Sin embargo, su presencia se percibe de forma permanente en la composición de un entorno. Decoran incluso cuando están apagadas.
Por esta razón, su diseño tiene una gran proyección a nivel estético. Se integran en la imagen de un lugar y completan el look de la estancia a través de los detalles. Pero, además, iluminan aquello que está alrededor. Por eso, marcan un punto de inflexión en la vivienda.
5. Formas, colores, texturas y sensaciones
Un proyecto decorativo refleja la importancia que tienen los detalles cuando se perciben desde una mirada holística. Es decir, el mapa del hogar muestra el conjunto de ingredientes que definen un entorno acogedor: muebles, materiales, complementos, texturas, acabados, lámparas…
Pues bien, las lámparas actuales se enriquecen con múltiples matices: texturas, colores, formas geométricas, líneas rectas…
6. Tienen el poder de añadir nuevos puntos focales
El punto focal es muy relevante en la decoración del hogar. Debe estar presente en cada estancia. En torno a ese centro, giran otros ingredientes de la composición. ¿Cómo sumar un nuevo punto focal en el salón, el dormitorio o el despacho sin hacer obras? Una lámpara de sobremesa, por ejemplo, forma un buen conjunto con una mesa auxiliar, un aparador o una cómoda.
El sector de la iluminación destaca por su variada oferta de lámparas de techo, pared o sobremesa. Diseños que, al igual que los muebles y otros accesorios, dan vida a la casa.