Algunas personas desean dar con la clave de una propuesta de estilo que imprime un toque atemporal en la vivienda. Por ello, Hoy compartimos siete ejemplos que, además de estar de moda, poseen la esencia de esa deseada atemporalidad.
Indice
1. Estilo rústico: la belleza y la calidez de la madera
Sin duda, el predominio de la madera y los tonos tierra forman una combinación habitual en este tipo de diseño. Su esencia puede transportarte de forma inmediata hasta una casa situada en la montaña. Un salón rústico con chimenea es una clara muestra de calidez, bienestar y belleza. Por ello, ese toque rústico es tan deseado más allá de la localización en la que se integra el inmueble.
2. Estilo ecléctico: el valor de la mezcla y el contraste en un mismo universo
La creatividad es inherente al proceso de decoración. Es decir, tienes la posibilidad de experimentar con distintos colores, materiales y texturas. También puedes fusionar diferentes corrientes y tendencias. El estilo ecléctico tiene mucha vida y hace que la mezcla se convierta en un auténtico arte.
Es una referencia que puede integrarse con mucho acierto en una segunda residencia. Allí donde tal vez quieras aprovechar textiles, muebles y complementos que tienes actualmente (y mezclarlos con otras nuevas adquisiciones).
3. Estilo contemporáneo: muebles de líneas rectas
El estilo contemporáneo, en la actualidad, es uno de los que marca tendencia en cocinas, baños y salones. Hay una nota característica que destaca en su diseño: la línea recta se convierte en la auténtica protagonista de muebles que poseen una mayor ligereza visual que aquellos que tienen formas más redondeadas.
Sin embargo, también puedes jugar con el contraste de distintas composiciones geométricas en un espacio. Por ejemplo, los muebles principales de una estancia de estilo marcadamente contemporáneo también pueden combinar con piezas auxiliares de forma redonda u ovalada.
4. Estilo clásico y tradicional
Sin duda, si quieres dotar a tu hogar de la belleza de una estética atemporal, opta por el estilo clásico. Además, puedes actualizarlo y rejuvenecerlo a través de otras perspectivas más actuales. Es decir, sobre su base puedes añadir otros ingredientes de esencia más contemporánea. La clave del éxito reside, principalmente, en la cuidada elección de piezas y detalles.
5. Estilo industrial
El estilo industrial es otro ejemplo de propuesta de diseño que se convierte en una auténtica inspiración durante una reforma o un proceso de decoración. Encaja como el puzle perfecto en edificios de techos altos y grandes ventanales. Por ejemplo, se enmarca perfectamente en un loft.
Sin embargo, los materiales más característicos del estilo industrial pueden reinterpretarse en cualquier otro inmueble, negocio o local comercial. En ese caso, los muebles y lámparas destacan por un acabado metálico. Y, además, es habitual dejar detalles a la vista que forman parte de la estructura del propio edificio como, por ejemplo, una pared de ladrillo.
6. Estilo lujo silencioso: calidad y distinción
La búsqueda de la calidad, la distinción y la sofisticación es una constante en un espacio que transmite un lujo silencioso. Es decir, un entorno que se caracteriza por la belleza y la calidad pero sin caer en la ostentación y el exceso. De hecho, es una propuesta de estilo que se alinea con la sencillez.
7. Estilo nórdico: luz y naturalidad
En la actualidad, el estilo nórdico es uno de los grandes protagonistas en el ámbito de la decoración. Destaca por su claridad, luminosidad y conexión con la naturaleza. Es perfecto para potenciar la calidez durante el otoño y el invierno. Además, se adapta a todo tipo de inmuebles, incluso, a aquellos en los que es preciso planificar muy bien la distribución de un espacio que ofrece pocos metros cuadrados.