El estilo rústico aporta calidez al hogar. De hecho, su estética recuerda a la imagen de una casa situada en el campo o en la montaña. Es una propuesta que combina con otros estilos decorativos. Por ello, Hoy compartimos una selección de ideas para dar un aire campestre al salón, una de las estancias más importantes de la casa.
Indice
1. Un mueble de madera oscura
El acabado de un armario de estas características añade peso visual a la decoración de la habitación. El estilo rústico moderno prioriza la presencia de la madera clara en la planificación de una reforma. Sin embargo, un diseño con un acabado oscuro recuerda a la estética de un mueble antiguo. Por ello, puedes seleccionar un mueble bajo que decore un rincón especial en el salón. Una cómoda o un aparador mejora la organización y el almacenaje.
2. Papel pintado de estilo rústico
La renovación de la estética de una de las paredes transforma por completo el ambiente que enmarca. Por ejemplo, es posible actualizar la zona de estar por medio de un papel pintado que crea un nuevo contexto visual. Los papeles con diseños inspirados en la naturaleza añaden una atmósfera relajante. El modelo seleccionado también puede presentar un aspecto envejecido que simula la huella del paso del tiempo.
3. Decoración con flores silvestres
La ornamentación floral marca la diferencia en un espacio que se renueva con colores naturales y la frescura del campo. Las flores silvestres realzan la estética de un hogar rústico. Crear ramos sencillos es la fórmula perfecta para redecorar el entorno sin llevar a cabo otras modificaciones. La mesa de centro de la zona de estar o un mueble auxiliar muestran bonitas perspectivas para destacar las composiciones elaboradas.
4. Dar una nueva vida a muebles antiguos
Las piezas heredadas y los productos comprados en tiendas de antigüedades adquieren una visibilidad esencial en el salón. El elemento a destacar brilla como un punto focal que cuenta una historia propia. Un artículo con una estética que presenta reminiscencias del pasado describe la huella del paso del tiempo. Y, en consecuencia, está impregnado por el valor de los recuerdos. Dar una vida a muebles antiguos elaborados en madera es una propuesta que imprime un aire rústico en la decoración del salón.
Y, además, es una iniciativa que favorece el aprovechamiento de recursos que tienen tanto que ofrece al hogar. Actualmente, la decoración de muchos salones se ha reinventado con la incorporación de una zona de trabajo. Un escritorio antiguo transforma el contexto.
5. Una atractiva combinación de texturas
El estilo rústico es habitual en casas de campo y en entornos de montaña. Habitualmente, la chimenea es el punto focal de la estancia: un símbolo visual que aporta calidez frente a las bajas temperaturas del invierno. No todos los salones cuentan con este punto focal presidiendo la estancia. ¿Cómo dar un aire rústico a la imagen del salón? Por medio de la presencia de tejidos variados que visten la habitación y aportan sensaciones agradables.
6. Cestas de mimbre para guardar mantas y cojines
La decoración del salón debe ser flexible para adaptarse a diferentes contextos. Sin embargo, el orden es un ingrediente deseado en cualquier escenario. Por ello, es aconsejable planificar la decoración de la estancia para que cuente con el almacenaje suficiente. Los cojines y las mantas que decoran el sofá son imprescindibles en un salón con una atmósfera rústica.
¿Pero dónde colocar los complementos cuando no se sitúan directamente sobre el mueble? Una cesta de mimbre aporta el espacio ideal para guardar productos textiles. Su estética combina perfectamente con el blanco y los tonos tierra que predominan en un salón rústico.