Las decisiones de decoración que embellecen el dormitorio también pueden alinearse con el objetivo de mejorar la luminosidad en el interior de la estancia. Más allá de la cantidad de luz natural, que llega al dormitorio a través de la ventana, las características del espacio pueden realzar la claridad.
Indice
1. Una cómoda de color blanco
Una cómoda es un mueble muy especial. Ofrece muchas combinaciones posibles a nivel decorativo. Un diseño auxiliar de color blanco combina con cualquier estilo. Además, posee un acabado que incrementa la amplitud, la armonía y la luminosidad en la estancia.
2. Espejo que refleja la ventana de la habitación
Un espejo multiplica de forma metafórica la cantidad de luz de una estancia cuando conecta directamente con la ventana. De este modo, el reflejo enmarca el paisaje que se percibe en el exterior desde el interior del inmueble. Es un complemento que tiene un gran valor ornamental, pero también posee una función práctica. Por ejemplo, puede formar parte de la zona del vestidor o completar un tocador.
3. Visillos en blanco
La decoración de las ventanas es importante en la estancia. En ocasiones, las vistas que se perciben desde el ventanal aportan un punto focal al look del cuarto. Por otra parte, los textiles añaden calidez y atención al detalle. ¿Cómo cubrir su estructura con una propuesta decorativa que facilite el paso de la luz del día?
Los visillos de color blanco quedan perfectamente enmarcados en las medidas de las ventanas. Forman el conjunto perfecto con la base. Poseen un acabado que potencia la claridad en la estancia. Todavía más cuando las paredes del dormitorio lucen un tono claro. En consecuencia, los visillos realzan la continuidad visual.
4. Paredes de diferentes colores
Pintar las paredes en blanco es una de las fórmulas elegidas para elevar la claridad en la estancia. Toda la habitación puede lucir una estética uniforme o, por el contrario, mostrar un contraste. En este último caso, dos paredes enfrentadas tienen detalles que reflejan la diferenciación existente entre ambas. Es una fórmula práctica para enmarcar y contextualizar visualmente cada zona de la estancia.
5. Detalles realizados en mimbre
Las cestas de mimbre se posicionan como una tendencia de decoración que triunfa en salones y dormitorios. Es el complemento de almacenaje que también destaca por su estética acogedora. Pues bien, el acabado del mimbre puede estar presente en otros detalles de la estancia como, por ejemplo, en sillas y lámparas.
6. Techo de color claro
Es una de las fórmulas recomendadas para incrementar la claridad en la estancia incluso cuando las paredes lucen un tono más oscuro. En ese caso, el techo produce un atractivo efecto visual que incrementa la iluminación desde el interior.
7. Cuadros con imágenes de naturaleza
Los detalles artísticos embellecen la decoración final del dormitorio. Personalizan el espacio con matices que tienen un significado único. Los cuadros, láminas o fotografías con paisajes naturales crean nuevas ventanas en el dormitorio. Es decir, conectan el interior con el espacio abierto de la naturaleza por medio del lenguaje creativo.
8. Decoración en gris claro
El gris tiene la elegancia del negro. Se presenta como una excelente alternativa en la decoración de la zona de descanso. Es un tono elegante, luminoso y atemporal. Además, se integra en ambientes con estilos diferentes: combina con el nórdico, el industrial, el clásico o el rústico.
Por tanto, la iluminación del dormitorio no depende únicamente de las condiciones de luz natural que forman parte de la estancia. Las características del espacio pueden potenciar de manera intencional la claridad en un entorno acogedor. Por este motivo, es importante incrementar la planificación en el cuarto.