La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) destinó el año pasado 49.9 millones de pesos para la compra de productos alimenticios destinados a su personal, 1.2 millones para la organización de la celebración de fin de año de sus unidades administrativas, y 504 mil pesos para el mantenimiento de macetones y jardineras. Además, con recursos de su presupuesto público, realizó donaciones por 10.9 millones de pesos a la Fundación UNAM y a la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia.
Estos y otros gastos fueron registrados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en una revisión realizada al máximo tribunal, como parte de la fiscalización de la Cuenta Pública 2023.
Con el objetivo de verificar que los recursos asignados a la Suprema Corte se ejercieron conforme a los montos aprobados y cumpliendo con las disposiciones legales y normativas, la ASF revisó el uso de 5 mil 28 millones de pesos, lo que representa el 91.6 por ciento del presupuesto ejercido por el tribunal en 2023.
En su dictamen, el órgano fiscalizador destacó que la SCJN cumplió con las normativas aplicables en la gestión de estos recursos.
Pasivos por 544 millones de pesos
El informe de la ASF detalló que, al 31 de diciembre de 2023, la Suprema Corte reportó pasivos por 544.7 millones de pesos. De ese monto, al 31 de julio de 2024, aún quedaba un saldo pendiente de 70.7 millones.
Asimismo, se indicó que la Corte destinó 4 mil 516 millones de pesos a 23 partidas del capítulo de servicios personales, de los cuales 790.8 millones se emplearon en sueldos base, mil 14 millones en compensaciones garantizadas, 581 millones en asignaciones adicionales al salario, 396 millones en compensaciones de apoyo y 352 millones en gratificaciones de fin de año, entre otros conceptos.
En cuanto a gastos relacionados con pasajes aéreos nacionales, pasajes terrestres nacionales y viáticos para servidores públicos en funciones oficiales, se erogaron 5 millones 602 mil pesos.
Un punto señalado por la auditoría fue el contrato vigente para la expedición de boletos aéreos, el cual data del año 2013. La ASF indicó que no existe un análisis de mercado reciente que garantice que el proveedor actual sigue ofreciendo las mejores condiciones para la SCJN.
Ante esta observación, la Suprema Corte informó que el contrato se mantuvo con el proveedor debido a su amplia cobertura y frecuencia de vuelos, y aseguró que las propuestas comerciales son revisadas anualmente para asegurar un impacto económico favorable para la institución.