La amistad es ese regalo que en tantos momentos conecta con la luz de la alegría. Una alegría que en ocasiones vuelve a ti mediante el recuerdo de planes compartidos. En otras ocasiones, planificas instantes futuros. Pero es a través del cuidado constante de este vínculo, una acción que se manifiesta en presente, cuando fortaleces la raíz de este lazo. En Son Pareja te damos cuatro consejos para vivir y sentir la alegría de la amistad.
Indice
1. El poder de la alegría compartida en la amistad
Cuando haces partícipe a una persona importante de aquello que tiene un significado esencial para ti, la alegría se expande en esta conexión. Del mismo modo, cuando eres testigo de un acontecimiento feliz que le ocurre a tu amigo, formas parte de esta vivencia.
2. La alegría de cada nuevo reencuentro
Incluso cuando uno de los amigos está atravesando un periodo de dificultad, existe un motivo para la alegría en el reencuentro de cada espacio compartido en común. El efecto terapéutico de la alegría conecta con la esperanza que se desprende de esta unión que fortalece la resiliencia.
Mientras que la ausencia de amigos en momentos de dificultad produce soledad, esta compañía alimenta la gratitud.
3. Actualiza el tiempo en común para sentir la alegría de la amistad
Incluso el vínculo más sólido llega a estancarse cuando solo se alimenta de los recuerdos del pasado. El tiempo es un bien necesario en esta historia de amistad que evoluciona con la iniciativa de ambos. Un tiempo en el que no solo hay espacio para poner en común anécdotas del ayer, sino también para compartir aspectos relativos al presente vital de ambos.
4. Siéntete afortunado por tener esta amistad en tu vida
Podrías no haber conocido nunca a esa persona que, como un regalo, llegó a tu vida en algún momento. Juntos habéis creado una amistad que es un motivo de felicidad.
Estos son cuatro consejos para vivir y sentir la alegría de la amistad a los que puedes añadir tu propia enumeración de ideas.