¿Quieres pintar la casa y actualizar la estética de diferentes estancias? Este proceso mejora el mantenimiento del inmueble. El rodillo es una de las técnicas más utilizadas. Sin embargo, es una técnica que requiere de práctica. Es decir, la experiencia te ayuda a identificar errores habituales y te aporta las claves para corregirlos. Por ejemplo, es posible que el tono final no quede perfectamente uniforme. Así sucede cuando la imagen de la pared presenta diferentes marcas.
Indice
1. Prepara el espacio
Es recomendable proteger todas aquellas superficies que pueden mancharse si cae pintura en ellas. Es aconsejable cubrir el suelo, los muebles, los radiadores y las puertas. El tiempo destinado a esta labor simplifica el proceso posterior. Es importante que el material elegido cree una barrera e impida el paso de la pintura.
2. Retira el polvo de las paredes
Antes de pintar una pared, es necesario preparar la superficie. El resultado final mejora de forma significativa a través de la planificación previa. Es recomendable utilizar un cepillo especializado para eliminar el polvo. Por otra parte, analiza las características del espacio y elige productos que se adapten a sus necesidades. Revisa de forma especial las esquinas y el punto en el que la pared se une con el techo.
3. Elección del rodillo adecuado
La calidad del material empleado en el proceso es determinante para pintar sin dejar marcas. Existen diferentes tipos de rodillos. Las características de un diseño utilizado para cubrir una pared lisa son diferentes a un modelo empleado para renovar una superficie con gotelé. En este último caso, la longitud del pelo es más larga. Por el contrario, un diseño de pelo corto es especialmente indicado para cubrir paredes con una textura lisa.
Visita una tienda especializada y resuelve cualquier duda mediante el asesoramiento profesional personalizado. Su orientación es clave para elegir el tipo de pintura y el rodillo más indicado. Mide la superficie de las paredes de cada estancia. Es un dato que los profesionales pueden pedirte para calcular la cantidad de pintura que se requiere para desarrollar el proyecto.
4. No ejerzas una presión excesiva sobre la pared
En ocasiones, con la intención de que el tono seleccionado cubra perfectamente la pared, es posible ejercer más fuerza de la necesaria. Ese gesto no mejora el resultado final y, además, incrementa el nivel de esfuerzo personal. Mantén un ritmo constante, pero adopta una postura relajada. Una presión excesiva también puede generar un desgaste en el rodillo utilizado. Por otra parte, es importante enmarcar las esquinas con un utensilio más pequeño: utiliza una brocha.
Y realiza esta tarea antes de cubrir otras partes con el rodillo. De este modo, evitas que queden marcas. Por otra parte, puedes utilizar un alargador para llegar con facilidad a las zonas más altas.
5. No utilices un exceso de pintura
Como hemos comentado, es importante seleccionar el rodillo indicado en función de las características de la propia pared. Pues bien, conviene evitar un error frecuente: cargar el material con un exceso de pintura que, generalmente, deja marcas en una superficie con un tono que no es completamente uniforme. Utiliza una cubeta especializada con un diseño que permite escurrir el rodillo.
Evita la impaciencia durante el proceso de pintar la casa. El objetivo no es terminar antes sino que el resultado estético sea el esperado y no queden marcas sobre la superficie. ¿Y cuál es el movimiento indicado para pintar las paredes y evitar que queden marcas? Para crear la primera capa, avanza al ritmo de trazos uniformes que se desarrollan de forma vertical. La segunda capa, por el contrario, se completa con trazos horizontales que complementan la base previa.