La zona del comedor ocupa un papel destacado en el hogar. Es un entorno práctico y funcional que cubre necesidades esenciales en la vida familiar. Con frecuencia, la mesa y el resto del mobiliario se sitúan en la Sala. Es decir, se integran junto a la zona de estar. ¿Qué ventajas aporta esta combinación de espacios que suman un escenario más amplio?

1. Ambientes distintos, pero complementarios

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Por ejemplo, una zona de estar compuesta por un sofá, dos butacas y una mesa de centro se complementa con el entorno destinado a planificar comidas y cenas. Cada superficie tiene una función propia. Sin embargo, salón y comedor se complementan mutuamente. Una suma que incrementa el confort y el bienestar en la vida cotidiana.

2. Creación de un salón que cubre necesidades diferentes

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La mesa del comedor no solo puede ser el centro de las celebraciones familiares. Es un mueble que incrementa el nivel de funcionalidad en el salón. La mesa puede emplearse en contextos diferentes. Por ejemplo, se transforma en una zona de estudio y repaso, en una oficina, en un rincón literario o en un escenario de juegos durante una tarde lluvia si la situación lo requiere.

Es un mueble que no solo incrementa la practicidad del salón, sino que complementa otros espacios del hogar. Por ejemplo, aporta un entorno adaptado para realizar algunos momentos de teletrabajo cuando no hay otras personas en la estancia.

3. Un salón adaptado para recibir invitados

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Un salón con comedor integrado cubre las necesidades de la vida familiar. También aporta el marco ideal para recibir a las visitas en momentos diferentes. Surgen momentos de conversación en la zona de estar. Por otra parte, la mesa puede enmarcar comidas, meriendas o cenas.

4. Enriquece la perspectiva integral del lugar

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La ubicación de la ventana aporta una referencia clave en la distribución de una habitación. Tanto la zona de estar como el área de comedor pueden alinearse con las vistas del entorno exterior. Sin embargo, esta composición también aporta un mayor dinamismo al interior de la estancia.

Por ejemplo, quien está sentado en el sofá percibe el punto focal que destaca en la otra parte de la habitación. Los dos espacios quedan integrados en un mismo escenario, existe una comunicación constante entre ambos planos. No hay una pared que delimite cada contexto.

La disposición del espacio también crea condiciones favorables en el plano de la comunicación interpersonal. Por ejemplo, quienes siguen sentados alrededor de la mesa durante una celebración familiar pueden interactuar con otras personas que ya han tomado asiento en la zona de estar.

5. Es una distribución que da amplitud a cada espacio

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Hay dos aspectos que conviene cuidar en la decoración de un comedor con salón integrado. Por una parte, debe existir algún elemento que aporte una continuidad visual al contexto. El propio suelo puede imprimir una imagen de uniformidad en la imagen del lugar.

Por otra parte, no hay una separación objetiva entre ambos planos, sino que están unidos en el corazón del hogar. Pues bien, es un posición que da una mayor sensación de amplitud en cada ambiente. La zona de estar se enriquece con la imagen de la mesa (y a la inversa).

La distribución de los muebles depende de la estructura de la estancia. Por ejemplo, es posible crear una decoración en línea recta en una estancia rectangular.

6. Complementos que combinan con ambos ambientes

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Salón y comedor forman un conjunto atemporal. De hecho, existen complementos que se integran perfectamente en ambos ambientes como, por ejemplo, un espejo rectangular, un jarrón con flores o un cuadro llamativo.

Los salones con comedor integrado aportan muchas ventajas en la decoración de casas familiares.