Las decisiones de decoración se contextualizan en el marco temporal de cada periodo del año. El factor estacional está muy presente en el interior de la vivienda, ya que la imagen de este escenario evoluciona al compás de la propia transformación del paisaje exterior. ¿Cómo decorar la casa en verano para hacer de ella un verdadero hogar?
Indice
1. Colores muy refrescantes
¿Cómo combatir el efecto de las altas temperaturas durante los próximos meses? Conviene dar un mayor protagonismo a colores que aportan un toque refrescante a la decoración de la casa. El amarillo, representado de forma metafórica en la naturaleza a través del Sol, produce este agradable efecto. El naranja, el blanco, el azul claro, el rosa y el verde son otros tonos que pueden integrarse en este escenario.
2. Elimina todo aquello que produce un efecto recargado
El verano es una invitación para el descanso y la conexión con el presente. La sencillez también se potencia visualmente a través del lenguaje utilizado para decorar un hogar acogedor. Es recomendable que este lugar sea el reflejo de la premisa minimalista «menos es más». Simplifica este proyecto decorativo para crear un universo funcional, apetecible y personal.
El periodo de vacaciones te ofrece el espacio ideal para atender tareas pendientes en casa. Y algunos de estos objetivos pueden estar alineados con el propósito de incrementar el orden. Esta organización realza el equilibrio y la armonía.
3. Vajillas con formas orgánicas en la mesa
El tiempo en torno a la mesa se prolonga durante las sobremesas estivales. Los recuerdos del verano también conectan con sabores y recetas familiares. ¿Cómo dar una bonita presentación a cada elaboración? Las vajillas con formas orgánicas destacan por su naturalidad. Pero, además, decoran el mueble principal de la cocina o el comedor, aquel en torno al que se reúnen los comensales cada día.
Si tienes un mueble vitrina, la renovación de la vajilla te permite dar un nuevo color a la casa. Ya que el formato de dicho mueble realza la visibilidad de aquello que está en el interior. Y los detalles de los platos pueden observarse fácilmente.
4. Más asientos
La casa puede convertirse en un lugar de bienvenida durante las vacaciones. Por ello, conviene preparar la vivienda para que las visitas se sientan como en casa. Las sillas plegables se convierten en piezas básicas para incrementar el número de asientos durante este periodo del año.
El puff, presente en el salón o en la terraza, es otro tipo de pieza que marca tendencia. Por otra parte, los cojines no solo adornan el sofá y la cama, sino que también puedes encontrar bonitos diseños de suelo que ofrecen la máxima comodidad. ¿Tienes un banco bajo la ventana o situado a uno de los lados de la mesa? Potencia la presencia decorativa de este asiento.
5. Luz natural
Tal vez tengas que hacer algún cambio en la distribución de una de las estancias para aprovechar todavía mejor la iluminación natural de los largos días del verano. Potenciar la conexión entre el interior y el exterior de la vivienda es uno de los factores clave para crear un entorno acogedor.
6. Actualiza el recibidor
El verano llega a todas las estancias de la casa, también al recibidor. Las prioridades familiares cambian en este contexto porque la propia rutina se transforma. Por ello, esta evolución también tiene su reflejo en la decoración de un vestíbulo que cumple los objetivos estacionales de este periodo del calendario. Viste este entorno con materiales y colores refrescantes.
El mimbre es uno de los acabados que añade dosis de frescura a este rincón de la casa.