El recibidor representa el acceso a la vivienda. El look de esta estancia produce una primera impresión. A pesar de que se trata de una zona con pocos metros cuadrados, existen numerosas composiciones que quedan perfectamente enmarcadas en el plano.
Indice
1. Un cuadro y una balda: el binomio ideal para un recibidor pequeño
Un cuadro, una fotografía o una lámina decorativa aporta un toque artístico a una de las paredes. Es un elemento que se posiciona como un punto focal en la entrada al hogar. Por otra parte, una balda ocupa muy pocos centímetros, pero aporta el soporte necesario para situar adornos muy sencillos o dejar las llaves.
2. Banco y perchero: piezas esenciales para incrementar la funcionalidad
Como en cualquier estancia del hogar, es recomendable elaborar un diagnóstico de necesidades para que la organización del recibidor se alinee con el estilo de vida personal o familiar. La comodidad es un factor que conviene integrar en el plan de decoración. De este modo, la entrada al hogar resulta especialmente práctica. Pues bien, existe una combinación que ofrece la practicidad deseada en la rutina cotidiana: el banco y el perchero forman el conjunto ideal.
3. Armario, balda y espejos: un look integrado por tres elementos
En ocasiones, el recibidor ofrece la amplitud deseada para instalar un armario hecho a medida. El mueble aporta el almacenaje necesario para guardar los abrigos u otras prendas de ropa. De este modo, también es posible ganar espacio en el vestidor. La balda es un complemento sencillo para decorar una de las paredes. Un estante que se completa con un espejo original que ilumina la entrada al hogar y muestra otra perspectiva del entorno por medio de su reflejo.
4. Un aparador y un espejo
Actualmente, puedes encontrar soluciones que se adaptan a las necesidades de los recibidores más pequeños. Existen formatos que cumplen con su función decorativa. Es decir, visten la entrada al hogar y poseen muy poco peso visual. Por ejemplo, un mueble bajo con poco fondo es una propuesta a tener en cuenta. Un diseño que combina perfectamente con un espejo redondo, cuadrado, ovalado o rectangular.
5. Una mesa auxiliar y dos sillas para crear una zona de estar
Como hemos comentado, el recibidor ofrece una primera impresión de la decoración del hogar. Por su ubicación, es un entorno de bienvenida. Por ello, cuando la zona posee la amplitud deseada, es posible crear un rincón cómodo y acogedor. La combinación de dos sillas y una mesa auxiliar enmarca una composición que complementa el salón. Es decir, aporta el espacio ideal para atender a aquellas visitas que no acceden a la zona de estar o a la cocina.
6. Paragüero y alfombra
El espacio disponible en el recibidor es limitado. Es esencial establecer un orden de prioridades en la decoración de la estancia. Existen dos elementos prácticos y funcionales que, por sí mismos, completan el espacio. El paragüero se convierte en un elemento imprescindible en temporada de lluvia. La alfombra, por su parte, protege el suelo en la entrada al hogar.
7. Espejo que refleja una composición de cuadros
El espejo es un complemento que está presente en recibidores con estilos y distribuciones diferentes. Su reflejo puede poner el acento en la perspectiva más espectacular de la entrada. Una composición de cuadros posee un valor creativo y artístico. El reflejo del espejo permite redescubrir la combinación de piezas utilizadas para vestir una de las paredes.
8. Mueble con espacio abierto y cerrado
Los compartimentos abiertos reducen el peso visual de una cómoda o de un aparador. Un espejo con cuerda se convierte en el complemento ideal de esta propuesta.