Los propósitos de belleza pueden estar presentes en la lista de aspectos que quieres potenciar en el Nuevo Año. Sin embargo, muchas de esas metas que giran en torno a la estética, el cuidado personal y el bienestar pronto quedan en la página de asuntos pendientes. Es posible posponer el inicio de una rutina hasta un momento del año en el que se den las condiciones aparentemente ideales. En otros casos, los propósitos se posponen al dar una mayor prioridad a otras cuestiones que parecen más relevantes a corto plazo. ¿Cómo evitar caer en la postergación al inicio del Año Nuevo?
Consejos para comprometerte con tus propósitos de belleza
Alinea tu intención con objetivos que sean verdaderamente significativos para ti en este comienzo de año. Evita caer en la repetición de aquellos deseos que se reproducen al comienzo del mes de enero de forma automática. Reflexiona sobre qué quieres lograr realmente y por qué razón.
Tus propósitos de belleza de año nuevo no solo necesitan tu compromiso, sino también una planificación temporal. Establece una fecha clave en la que vas a iniciar el proceso. Dicho proceso debe ser viable para ti. Es decir, debe adaptarse a tu estilo de vida, tus circunstancias, tus preferencias y prioridades.
Los propósitos de belleza realistas son aquellos que adquieren forma por medio del autocuidado y la implicación personal. Por el contrario, aquellos objetivos que parten desde la óptica de la comparación o desde una imagen idealizada generan frustración.
Desarrolla nuevos hábitos y rutinas
Los propósitos de belleza de Año Nuevo también pueden afianzarse con el valor de los hábitos. La creación de rutinas significativas, en ocasiones, no es sencilla. Por ello, si haces una pausa en el camino, vuelve a empezar de nuevo. Es decir, retoma el plan de acción para potenciar tu bienestar.