En Navidad es habitual recibir algún perfume. Pero no es la única época del año en la que se usan. De hecho, estos productos se venden todo el año y son utilizados por muchas mujeres cada día y, especialmente, cuando hay que acudir a eventos especiales o se sale de fiesta un fin de semana. Los perfumes, como todo producto cosmético o de belleza, tienen una serie de claves de utilización. ¿Conoces cuáles son? ¿Sabes cómo hay que perfumarse?
Pasos previos
Pocas personas saben que antes de perfumarse hay que preparar la piel. El primer paso así debe ser aplicar una buena crema hidratante, que también aporte nutrición, o bien un aceite o vaselina antes de perfumarse. La clave está en que las moléculas de las fragancias se adhieren al manto de la epidermis. De este modo, cuanto más nutrida esté la piel, más adhesión.
Otra de las claves está en elegir las zonas en las que rociar el perfume. El olor dura más si se pone en las zonas donde se nota el pulso. Estas son el cuello, interior de las muñecas y la parte interna de las rodillas.
Cómo rociar
Tras estos pasos, toca rociar el perfume. Y aquí hay que tener en cuenta que el olor dura más tiempo en la piel cuando se rocía con vaporizador. Además, no es necesario así poner tanto producto. La distancia es otro factor a tener en cuenta, puesto que se recomienda aplicarlo a unos 30 centímetros de la piel y de forma uniforme.
Nunca hay que frotarse la zona rociada de perfume. Este es un error muy habitual cuando, por ejemplo, se aplica en las muñecas y se frota la una con la otra. Este gesto está totalmente contraindicado porque no hace nada más que favorecer que se evapore antes la fragancia y el aroma dure menos en el tiempo. Para perfumar las muñecas, es mejor poner un poco de perfume en cada una de ellas.