No come lo mismo un bebé que un adolescente o una persona que está en plena década de los 20. Las necesidades nutricionales varían a lo largo de la vida porque el metabolismo energético también cambia y no necesitamos las mismas calorías. Las recomendaciones de vitaminas y minerales también son distintas en la niñez, la adolescencia, la edad adulta y la vejez.
En esta ocasión, nos hemos centrado en la alimentación más adecuada para alguien que entra en la década de los 40. Si queremos mantener a raya ciertas enfermedades cardiovasculares proclives a aparecer en este periodo o ralentizar la disminución de masa muscular y ósea, así como mantener nuestro peso corporal, es clave que acompasemos los cambios de nuestro organismo con modificaciones en la dieta.
Hemos seleccionado algunos de los alimentos cuyo consumo conviene incrementar en esta etapa de la vida junto con aquellos que a partir de ahora deberías limitar.
Por qué cuesta más adelgazar a partir de los 40
La razón la encontramos en la ralentización del metabolismo. La velocidad con que quemamos calorías se vuelve más lenta porque se va perdiendo masa muscular de forma gradual y el músculo es el tejido metabólicamente más activo, es decir, el que consume más energía.
Por ello, además de los cambios en alimentación, reduciendo la ingesta de calorías diarias, debemos mantenernos más activos durante el día para compensar esa pérdida y aumentar la masa muscular.
No es necesario que nos convirtamos en atletas profesionales de la noche a la mañana, pero sí que mantengamos una actividad física moderada y constante. Por ejemplo, evitando el ascensor, yendo al trabajo a pie o levantándonos más a menudo de nuestro puesto de trabajo. En definitiva, evitando el sedentarismo y dándole prioridad al movimiento.