Una de las principales objeciones que presentan los empresarios a la hora de emprender es la falta de dinero. Sin embargo, este problema tiene solución, ya que en ocasiones el dinero no es esencial para poner en marcha tu idea. Por ello, queremos eliminar todos los sesgos y limitaciones que existan en tu mente para dar paso a la creatividad y generar ideas que impacten.
Emprender es un reto al que debes enfrentarte si deseas cambiar el curso de tu vida. De hecho, esta es una de las mejores opciones para demostrarte que puedes hacer por el mundo, incluso con un proyecto que a tus ojos parece pequeño. A continuación, te contamos sobre las alternativas que puedes implementar para que el dinero no limite tus propuestas de inversión.
Indice
¿Cómo emprender sin dinero? ¿Es posible?
Comenzar un nuevo negocio requiere de constancia, esfuerzo y paciencia para ver los resultados que deseamos. Ahora bien, para cada tipo de proyectos es necesario establecer métodos de acción que te indiquen hacia donde debes ir y qué pasos dar. De este modo, si de verdad estás interesado en convertirte en un empresario independiente, te daremos la clave para determinar cómo influirá el dinero en tu propuesta.
1. Piensa en una idea pequeña
Toda idea de negocio comienza con un pequeño descubrimiento en la mente del emprendedor. Así que, es necesario que analices de donde viene esta propuesta, cómo planeas llevarla a cabo y cuál es el capital que requiere. Por otro lado, también será conveniente que te hagas preguntas a ti mismo, entre ellas ¿por qué quieres emprender?, ¿cuál es tu objetivo?, y ¿en qué se beneficia el mundo?
Asimismo, piensa en una idea que te permita identificarte con aquello que te gusta para que se convierta en tu pasión y motivación para alcanzar el crecimiento en menor tiempo. Sin duda, emprender te brindará la oportunidad de generar ingresos constantes y ascendentes, pero no desde el primer día, por lo que debes tener claro que durante su instalación consumirá más recursos de los que te imaginas.
2. Organiza tu propuesta
Para que una idea tenga éxito, cada movimiento de ejecución debe estar planificado y sustentado. En este sentido, si planeas proyectarte, crecer y escalar, la implementación de una herramienta como el Método EGM resultará de gran ayuda. Se encargará de realizar las actividades que definen el rumbo de tu proyecto, maximizando las oportunidades de éxito y corrigiendo los errores del sistema.
Como resultado, la planificación será la clave para conocer si tu idea de negocio necesita un rango de inversión: alto, moderado o nulo. Mientras que, también te ayudará con la investigación de mercado en lo que se refiere a las necesidades del público, la competencia y la diferenciación de tu marca con las ofertas existentes en la industria.
3. Haz un plan financiero
Emprendemos para generar ingresos, pero para comenzar a recibir estos resultados debes considerar un capital. Según sea tu negocio o idea, efectúa un inventario de los recursos que ya dispones para aprovechar su efectividad al máximo. Por ejemplo, si planeas abrir un centro de consultoría, lo primero que necesitas es tu conocimiento.
Posterior a ello, adquiere herramientas como computadores, mobiliario, renta de oficina y otros. Organiza en un plan financiero todo lo que dispones y lo que necesitas, teniendo en cuenta que este sea acorde a la realidad empresarial y a los servicios que ofreces. Elige una versión simplificada del proyecto para empezar a promocionarlo, puesto que a medida que crezcas podrás elevar tu presupuesto en función de tus aspiraciones.
4. Especialízate
Entre los beneficios que obtienes al emprender, el conocimiento es uno de ellos. Incluso, se convierte en tu mejor arma para dar a conocer tu proyecto, presentarlo a posibles socios para aumentar tu capital de inversión y cerrar acuerdos comerciales. Por esta razón, el desarrollo profesional de un emprendedor nunca debe parar. Al contrario, mientras más conocimiento tengas, mayores serán los resultados que alcanzarás en tu negocio.
Si bien, es cierto que existen empresarios que han logrado el éxito gracias a su capacidad para explorar el mercado con la motivación de grandes líderes. Más allá del dinero, como emprendedor, es indispensable que tengas habilidades para vender, liderar y delegar, por lo cual, para alimentar tu conocimiento, te recomendamos inspirarte en perfiles como el de Víctor Hugo Manzanilla, un emprendedor nato que ha sabido convertir la frustración en éxito.
5. Arriésgate
Una vez tengas previamente definido tu modelo de negocio, tu plan de acción y tu operación, es hora de dar el siguiente paso y tomar el riesgo. Pero, recuerda que no es necesario dar un salto al vacío, puedes empezar con tu proyecto sin abandonar tu trabajo u oficio actual para mantener el flujo de ingresos en los primeros días de ejecución.
Asimismo, resultará ideal que evites pensar en la disponibilidad del 100% del presupuesto. Por ende, dedica tu tiempo a la creación y el desarrollo de nuevas ideas que promuevan una necesidad en tu público objetivo.
Para emprender, tu primer objetivo debe ser obtener clientes potenciales, puesto que, de acuerdo a una interpretación física, mayor volumen representa más masa. En otras palabras, ¡mientras más clientes consigas, mayor será tu capacidad económica!
Conclusiones
Emprender es una tarea que conlleva miles de esfuerzos y que para obtener resultados debes dar un tiempo estimado para que tu siembra comience a dar frutos. ¡No te apresures, pero, encuentra la manera de empezar tan pronto sea posible! La falta de dinero puede convertirse en un limitante frecuente, así que antes de lanzar tu propuesta al mercado: prepárate, organiza, planifica, proyecta, ensaya y pierde el miedo.