Te habías preguntado ya sobre la casa más antigua de la CDMX? Ahora es un pequeño museo y centro cultural que vale la pena conocer en la capital. Algo maravilloso de la CDMX es que alberga una increíble cantidad de construcciones patrimoniales, mostrando arquitectónicamente una pequeña parte de la historia nacional, y ofreciendo bellísimos espacios que ofrecen un salto al pasado a través de acabados clásicos y coloniales. Seguro que te has admirado con los edificios del Centro Histórico o las hermosas casonas de la colonia Roma, ¿pero te habías preguntado ya sobre la casa más antigua de la CDMX? Ahora es un pequeño museo y centro cultural que vale la pena conocer en la capital.
La casa más antigua de la CDMX se localiza en La Merced, específicamente sobre la calle Manzanares 25. Su historia data de 1580 – apenas 60 años después de la Caída de Tenochtitlán -, por lo que en 2011 el Fideicomiso del Centro Histórico la avaló como la casa más antigua en la capital, y en 2018 se inauguró ya rehabilitada como un centro cultural de recreación para la infancia.
Su espacio es un claro ejemplo de cómo eran algunas viviendas durante el siglo XVI, con una distribución que sigue la estructura de las casas indígenas antiguas, en la que se puede apreciar un amplio jardín central rodeado por variedad de habitaciones. El que conserve estas características prehispánicas lo hace un sitio de increíble acervo cultural y arquitectónico, permaneciendo como un acercamiento vigente al pasado mexicano.
A pesar de permanecer en el olvido por muchos años, y después de un proceso de restauración y reestructuración de ocho años por parte del Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el inmueble está abierto ahora para su visita pública como Centro Cultural Manzanares 25. Se trata de un espacio dedicado a la recreación infantil, pensado principalmente para quienes habitan los barrios de La Merced, Tepito y Candelaria.
Quienes lo visiten encontrarán variedad de talleres artísticos enfocados a la infancia – dibujo, club de cocina, club de tareas y más, impartidos por especialistas y cronistas -, al igual que una ludoteca y un museo de sitio donde conocer un poco más sobre la historia de su construcción. En caso de disfrutar los espacios llenos de historia, definitivamente vale la pena conocer.
