Los Ángeles. Los Dodgers de Los Ángeles informaron este martes sobre el fallecimiento de su exjugador Fernando «El Toro» Valenzuela, una de las figuras más emblemáticas de la franquicia y una leyenda del béisbol mexicano.

«Los Dodgers lamentan profundamente la pérdida del legendario lanzador Fernando Valenzuela», expresó el equipo de Grandes Ligas en su cuenta oficial de la red social X.

Valenzuela, de 63 años, había enfrentado problemas de salud que lo llevaron, en octubre, a dejar sus funciones como comentarista de radio de los Dodgers, justo antes de que el equipo se preparara para disputar la Serie Mundial contra los Yanquis de Nueva York.

Conocido por revolucionar el béisbol con la «Fernandomanía», El Toro dejó una huella imborrable al inspirar una conexión inquebrantable entre los Dodgers y los aficionados mexicanos, la cual perdura hasta el día de hoy.

El icónico lanzador siempre fue considerado una de las figuras más queridas por los seguidores del deporte mexicano y, por supuesto, por la fiel afición de los Dodgers.

En reconocimiento a su legado, la franquicia angelina instauró el «Día de Fernando Valenzuela» el 6 de julio, conmemorando la fecha en que firmó su primer contrato con el equipo en 1979.

Nacido el 1 de noviembre de 1960, Valenzuela creció en una familia humilde de agricultores en Etchohuaquila, Sonora, siendo el menor de 12 hermanos. Su carrera profesional comenzó en México con los Mayos de Navojoa, y luego continuó con los Cafetaleros de Tepic y los Leones de Yucatán.

En 1977, fue descubierto por el cazatalentos de los Dodgers, Mike Brito, quien había ido a observar a otro jugador pero terminó impresionado por las habilidades de Valenzuela. Bajo la tutela de los Dodgers, perfeccionó su lanzamiento de tirabuzón, un arma que lo llevaría a dominar a sus oponentes.

En 1981, debido a una serie de lesiones en la rotación de los Dodgers, Valenzuela fue llamado para abrir un partido contra los Astros de Houston, logrando una victoria por 2-0 que marcó el inicio de su legendaria carrera en Grandes Ligas.

Con apenas 20 años, Valenzuela ganó sus primeros ocho juegos, incluyendo cinco blanqueadas, lo que provocó la explosión de la «Fernandomanía», agotando boletos no solo en el Dodger Stadium, sino en estadios de todo el país.

Con el apoyo incondicional de la comunidad latina, Valenzuela se convirtió en el primer jugador en ganar el premio Cy Young y el de Novato del Año en la misma temporada, mientras lideraba la Liga Nacional en ponches, juegos completos e innings lanzados. Culminó ese mágico año con la victoria de los Dodgers en la Serie Mundial.

En 1986, Valenzuela se convirtió en el lanzador mejor pagado de Grandes Ligas, firmando un contrato por 5.5 millones de dólares. Aunque su rendimiento empezó a decaer, su talento seguía siendo suficiente para lanzar un juego sin hits contra los Cardenales de San Luis.

«Si usted tiene un sombrero, ¡láncelo al cielo!», exclamó Vin Scully, la legendaria voz de los Dodgers, tras la histórica actuación de Valenzuela.

Después de su etapa con los Dodgers, Valenzuela jugó para varios equipos, incluidos los Angels de California, los Orioles de Baltimore, los Filis de Filadelfia, los Padres de San Diego y los Cardenales de San Luis. En 1996, logró 13 victorias con los Padres, su mejor temporada fuera de Los Ángeles.

Se retiró de las Grandes Ligas en 1997, tras 17 años de carrera, en los que fue seleccionado seis veces para el Juego de Estrellas y acumuló un récord de 173 victorias y 153 derrotas.

En 2004, a los 44 años, regresó al béisbol profesional con las Águilas de Mexicali, donde lanzó su último partido en diciembre de 2006. Después, mantuvo su relación con el béisbol, participando en el cuerpo técnico de la selección mexicana en varios Clásicos Mundiales y adquiriendo a los Tigres de Quintana Roo en 2017.

El mundo del béisbol lamenta profundamente su fallecimiento. Las Grandes Ligas (MLB) fueron las primeras en rendir homenaje a la leyenda, destacando su impacto histórico en el deporte y su labor como comentarista de los Dodgers en sus últimos 22 años. La Liga Mexicana de Béisbol y la Liga ARCO Mexicana del Pacífico también enviaron mensajes de condolencias, reconociendo el legado eterno de Valenzuela en el béisbol mexicano.

La «Fernandomanía» puede haber comenzado en 1981, pero el legado de Fernando Valenzuela perdurará por siempre en los corazones de los aficionados al béisbol en todo el mundo.