La búsqueda de un perfume muy especial es frecuente en momentos relevantes. Y el mundo de la perfumería proporciona múltiples dosis de inspiración con fragancias femeninas únicas. Sin embargo, existe una tendencia creativa que pone en valor la mezcla de varios aromas. El layering es una auténtica referencia en moda, cosmética, joyería y, también, en el ámbito de la perfumería. En ese caso, en lugar de perfumar la piel con una única propuesta, es posible crear varias capas con notas diferentes.
Combinar aromas diferentes pero con algún aspecto en común
Es recomendable no caer en el exceso con una superposición de aromas que no combinan entre sí. Por ello, el resultado final puede ser totalmente original a partir de dos nombres principales. En moda, joyería, cosmética y perfumería, ámbitos en los que tiene aplicación el layering, la subjetividad influye en la toma de decisiones. El punto de vista personal refuerza el valor de la experimentación y la personalización.
La combinación de una fragancia con otra permite redescubrir un aroma desde un enfoque distinto por su relación con el contexto. Es decir, el aroma inicial se transforma con una composición que suma nuevos matices. ¿Cómo encontrar la clave para que la técnica aporte un resultado atractivo en la práctica?
Por ejemplo, es recomendable que los aromas elegidos tengan alguna particularidad en común. Es decir, aunque un olor posee una personalidad única, puede presentar alguna similitud con otras fragancias disponibles en el mercado. La conexión entre dos diseños diferentes aporta un hilo conductor para la experimentación.
Una fórmula creativa para definir un aroma totalmente único y original
La experimentación y la innovación están muy presentes en el arte del layering. Una opción que inspira a quienes buscan un aroma que sea completamente exclusivo, original y diferente cuando se aplica sobre la propia piel.