Cuando se piensa en la Riviera Maya, vienen a la mente aguas cristalinas, arena blanca, hoteles espectaculares y una gran vida nocturna. Sin embargo, hay bellos rincones paradisíacos en la Riviera Maya lejos del bullicio de Cancún o Playa del Carmen para encontrar algo de tranquilidad, entre ellos se encuentra Punta Allen.
Punta Allen es una joya escondida en la Riviera Maya, un pequeño pueblo de pescadores dentro de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, a sólo 180 km al sur de Cancún o 50 km de Tulum.
Puedes llegar partiendo de Tulum en transporte público o en auto, preferentemente en un todoterreno, pues sólo se puede llegar por camino de terracería en un recorrido de 50 km aproximadamente. Aunque también puedes empezar la aventura llegando en lancha.
Estos caminos son parte del proceso que implica sumergirse a un viaje al pasado, pues en Punta Allen la electricidad funciona de manera limitada por el uso de paneles solares, y no hay señal de celular. Y ahí podrás acampar o, bien, elegir un alojamiento más tradicional como cabañas o pequeños hoteles con electricidad 24 horas, agua caliente e Internet.
Punta Allen es una zona con flora y fauna privilegiadas: delfines, cocodrilos, garzas y tortugas conviven en armonía. Un escenario ecológico perfecto cubierto por hermosos cielos estrellados y en donde puedes disfrutare de platillos directamente del mar.
Allí puedes dejarte seducir por la naturaleza, leer un libro en la más completa paz, o bien, practicar esnorqueling, realizar paseos en lancha o kayak, bucear o realizar algún recorrido en lancha para conocer la diversidad de aves y criaturas marinas que viven en la región.
Punta Allen es alejarse de la ajetreada vida moderna, para adentrarse en un remoto ambiente caribeño, para dejarse llevar por la belleza tropical de su mar cristalino y extenso a disfrutar durante horas y horas.