La soledad que se vive como una forma de vacío constante no resulta positiva a largo plazo. Genera desolación, tristeza y preocupación. En ocasiones, esta situación es la consecuencia de acciones que pudieron haberse realizado de otro modo. Hoy comentamos cuatro errores habituales que producen una mayor soledad.

 

1. Depositar altas expectativas de compañía

Tal vez una persona pueda acompañarte durante momentos significativos, pero no puede estar a tu lado con la frecuencia que tú deseas. Las altas expectativas hacen que alguien no valore aquello que el otro aporta, porque todo parece insuficiente desde el filtro de esta exigente mirada interior.

2. Cerrar puertas en un momento de intensidad emocional

Terminar una relación de manera repentina después de un enfado, puede hacer que, tiempo después, te arrepientas de haber tomado una decisión definitiva. Los momentos emocionales están marcados por la intensidad. Sin embargo, para reflexionar con calma sobre una situación necesitas distanciarte de una emoción como la rabia, la decepción o la frustración.

3. Dar voz a la queja

Mientras que la gratitud acerca a los demás porque pone en valor los pequeños detalles, la queja produce el efecto totalmente opuesto. Muchas personas se distancian cuando sienten que sus muestras de afecto pasan desapercibidas para el otro. Quejarse sí es humano y es positivo que valides cómo te sientes en un momento de desengaño. Pero busca respuestas más creativas para visualizar caminos de esperanza.

4. Resignación

La soledad prolongada, aquella que duele a quien la sufre, produce dolor. Aceptar una situación es diferente a resignarse. ¿Qué puedes hacer para conocer amigos nuevos o mejorar la comunicación con aquellas personas que ya forman parte de tu vida? ¿Y cuál es tu grado de compromiso para mejorar el vínculo contigo mismo?

Estos cuatro errores habituales, que producen una mayor soledad y aislamiento, pueden corregirse mediante la aplicación de la inteligencia emocional.