
La multipropiedad en el fútbol mexicano ha sido, durante décadas, uno de los temas más polémicos y cuestionados por expertos, medios y aficionados. A pesar de su aparente normalización dentro de la Liga MX, este modelo representa un riesgo estructural para la competitividad, la transparencia y el desarrollo sostenible del balompié nacional. Nos encontramos ante un punto de inflexión donde los órganos rectores del fútbol mexicano deben tomar decisiones firmes para garantizar la equidad deportiva y la confianza del público.
¿Qué es la Multipropiedad y por qué ha sido Tolerada?
La multipropiedad ocurre cuando un mismo grupo empresarial o individuo es dueño de dos o más clubes en la misma liga. Aunque esta práctica ha sido prohibida por organismos internacionales como la FIFA, en México se ha tolerado bajo el argumento de estabilidad financiera y control administrativo.
Principales grupos con multipropiedad en la Liga MX:
Grupo Orlegi: Santos Laguna y Atlas
Grupo Pachuca: Pachuca y León
Grupo Caliente: Club Tijuana y Querétaro (vinculación indirecta)
Esta situación ha generado conflictos de interés, decisiones arbitrales cuestionables, movimientos poco claros de jugadores y resultados deportivos que levantan sospechas entre los aficionados.
Impacto Negativo de la Multipropiedad en el Ecosistema del Fútbol Mexicano
1. Pérdida de Credibilidad Deportiva
El aficionado promedio duda de la veracidad de los resultados cuando dos clubes del mismo dueño se enfrentan en liguillas o fases críticas.
2. Dificultades en la Inversión Externa
Los inversionistas extranjeros evitan ligas donde no existe competencia real ni transparencia institucional.
3. Estancamiento del Ascenso y Descenso
La falta de movilidad entre divisiones es favorecida por los grupos con múltiples intereses, lo que limita el crecimiento de clubes independientes.
Camino hacia la Erradicación: Reformas y Compromisos Reales
Declaraciones de la FMF y Liga MX
En los últimos años, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) ha manifestado su intención de eliminar la multipropiedad para el año 2026, en cumplimiento con la reglamentación internacional. Este compromiso es clave para la profesionalización del fútbol mexicano.
Mecanismos propuestos:
Límite legal de propiedad en estatutos de la Liga MX
Intervención del COFECE (Comisión Federal de Competencia Económica)
Auditorías a los grupos empresariales que participan en la liga
Incentivos fiscales y administrativos para nuevos inversionistas
Alternativas y Nuevos Modelos de Gestión para los Clubes
La erradicación de la multipropiedad abre la puerta a nuevos esquemas de gobernanza:
1. Modelos de propiedad colectiva
Inspirados en casos como el FC Barcelona o el Athletic Club de Bilbao, permiten mayor participación ciudadana y transparencia financiera.
2. Fondos de inversión deportivos
Empresas especializadas en gestión de equipos pueden profesionalizar la administración sin concentrar poder en una sola entidad.
3. Franquicias independientes
Fortalecer la identidad de cada club como marca autónoma que compita por inversión, afición y logros deportivos.
Beneficios Esperados al Erradicar la Multipropiedad
Recuperación de la confianza de los aficionados
Mayor interés de inversionistas extranjeros
Mejor rendimiento de los clubes mexicanos en competencias internacionales
Reactivación del sistema de ascenso y descenso
Mayor competencia en derechos televisivos y patrocinios
El Papel de los Aficionados y los Medios en la Transformación
Los cambios estructurales no se consolidan sin presión social. La afición debe continuar exigiendo rendición de cuentas y los medios especializados deben mantener la discusión activa en la agenda deportiva. El fútbol mexicano no puede permitirse más décadas de opacidad e intereses cruzados.
Hacia una Liga MX más Justa, Transparente y Competitiva
La erradicación definitiva de la multipropiedad en la Liga MX no es una utopía, sino una necesidad impostergable. Solo a través de la implementación efectiva de reformas legales, la atracción de nuevos inversionistas y una vigilancia ciudadana activa podremos aspirar a un modelo de fútbol que represente los valores del juego limpio, la pasión verdadera y la competencia legítima.
La historia del balompié mexicano está por reescribirse. Y esta vez, el protagonista no debe ser el poder económico de unos pocos, sino el espíritu deportivo de todos.