La decoración de oficinas va más allá de la perspectiva estética (aunque la imagen sea lo primero que se percibe en la interacción con el lugar). La planificación del entorno sitúa en el centro del espacio al profesional que trabaja en dicho lugar cada día. De este modo, quedan cubiertas sus necesidades esenciales durante el horario de trabajo. El entorno puede potenciar la creatividad, la concentración y, por supuesto, la productividad. A continuación, te damos las claves para organizar el despacho de forma práctica.
Indice
1. El escritorio: el punto de referencia más importante
¿En qué lugar vas a situar cada elemento que forma parte del espacio de la oficina? Hay una perspectiva clave en el plano: la ubicación del escritorio. Por ejemplo, es aconsejable que, los materiales y recursos que utilizas con más frecuencia en tus proyectos profesionales, te resulten accesibles cuando estés sentado en la silla del escritorio.
2. Utiliza diferentes soportes para escribir información
La oficina es un universo que adquiere forma a partir de la planificación de proyectos, la consecución de objetivos realistas y la proactividad. La escritura es un medio necesario para explorar nuevas ideas, documentar procesos o hacer un registro de la evolución de un trabajo.
Por esta razón, existen diferentes soportes que puedes utilizar para escribir nuevos datos. Además de los medios online, hay otras herramientas que se integran en la decoración del despacho. Los productos de papelería son un buen ejemplo: cuadernos y libretas. Además, hay otro elemento que está de moda en las oficinas modernas: una pequeña pizarra puede marcar una notable diferencia a largo plazo.
3. Decoración natural en oficinas: clave para potenciar el bienestar
Si desde la ventana de la oficina es posible disfrutar de las vistas de un entorno natural, es recomendable potenciar el protagonismo de la perspectiva exterior por medio de la decoración interior. Sin embargo, también es posible recrear la esencia de un despacho alineado con el paisaje con otros recursos.
Por ejemplo, utiliza la ornamentación floral para añadir una dosis de frescura. Integra el color verde, el azul o los tonos tierra en el despacho. Embellece el lugar por medio del arte: utiliza cuadros y fotografías de localizaciones relajantes.
4. Crea una pequeña zona de descanso
Como hemos mencionado, la perspectiva del escritorio es la más relevante en la decoración de una oficina. Sin embargo, si quieres mejorar la productividad, no solo debes estar enfocado en metas y objetivos. El descanso también es muy saludable (y eleva la creatividad). Por ello, crea una pequeña zona de relax con una butaca cómoda.
5. Soluciones prácticas para mantener el orden
El orden es un factor que incide positivamente en la concentración, la productividad y la creatividad. En consecuencia, es recomendable que la estructura del despacho integre las soluciones necesarias para situar cada elemento en el lugar correspondiente: cajones, librerías, muebles altos, estanterías bajas… Dispones de una gran cantidad de elementos para definir todos los detalles.
6. Personalización
Es esencial que el look de la oficina no resulte monótono, aburrido o impersonal. ¿Te sientes identificado con la decoración del despacho? ¿Qué cambios te gustaría hacer para potenciar la calidez? Añade algún elemento que tenga un significado emocional o afectivo. Por ejemplo, un regalo especial o una fotografía.
7. Iluminación
Finalmente, la decoración de una oficina que potencia la productividad también pone el acento en la iluminación. Un flexo es un diseño práctico que puede completar el look del entorno próximo al escritorio.
Sin duda, es fundamental aprovechar la iluminación natural en el despacho. No solo alimenta la atención y la concentración, sino que cuida la salud visual. Pero conviene complementar este ingrediente con otros recursos de apoyo.