La decoración de la habitación del bebé se alinea con el bienestar infantil. Es un entorno bonito, agradable y ordenado. Hoy te damos las claves para preparar una estancia cálida.
Indice
1. Decoración dinámica
La habitación del bebé debe cubrir las necesidades de esta etapa de la vida. Sin embargo, es esencial que el entorno se transforme al compás del proceso de crecimiento. Es decir, contextualiza el proyecto de decoración para gestionar el presupuesto de forma práctica. Los muebles convertibles ofrecen un uso centrado en el largo plazo. Por ello, se presentan como una opción a valorar en esta etapa. El mobiliario con bordes redondeados refuerza la seguridad en la estancia.
2. Un estilo unificado y zonas diferenciadas
La cuna enmarca el espacio más importante de la estancia. Es decir, aporta el confort necesario en la zona de descanso. Pero es habitual que la habitación presente otras funcionalidades que conviene integrar por medio de una perfecta diferenciación de ambientes. Existen varias combinaciones posibles como, por ejemplo, zona de descanso y área de juegos. Esta última puede quedar delimitada con una bonita alfombra.
Elige un estilo de decoración o combina dos propuestas complementarias. Clarifica esta cuestión para potenciar la continuidad visual en la estética de la habitación. Aunque esté integrada por varias zonas diferenciadas, estas deben estar perfectamente comunicadas.
3. Máxima seguridad
La estética llama la atención de forma especial en la decoración de un espacio infantil. Pero el dormitorio debe ser seguro. Por ejemplo, es recomendable que el entorno próximo a la cuna esté despejado y libre de factores externos que puedan suponer un riesgo potencial en caso de que algún elemento se deteriore, se caiga o se rompa. Existe un elemento que aporta color y diversión a la zona de descanso: el móvil de cuna.
4. Realza el protagonismo de los tonos claros
Existen distintas combinaciones de colores que pueden inspirarte si quieres crear una habitación acogedora. Sin embargo, es recomendable realzar el protagonismo del blanco y de otros tonos claros. Es un esquema que aporta sensaciones de calma y tranquilidad (que crean el contexto adecuado para el descanso).
Además, es la combinación ideal para crear una base dinámica que se transforme con nuevos ingredientes durante el proceso de crecimiento infantil. Desde el punto de vista estético, es una propuesta que refuerza la amplitud en el dormitorio. Los tonos claros no solo pueden vestir las paredes, sino también los muebles del cuarto.
5. Cómoda con cambiador
La cómoda es un mueble auxiliar que crea un rincón bonito dentro de la estancia. Un modelo integrado por diferentes cajones es muy práctico. Esta estructura mejora el orden y la organización en la habitación. Un mueble auxiliar que también ofrece la función de cambiador se adapta a las necesidades de la estancia.
Es esencial que la base de la cómoda sea firme y estable. La decoración del cuarto del bebé tiene que ser segura y cómoda. Por ello, el proyecto debe alinearse con las necesidades del peque en esta etapa de la vida. Realiza un análisis con las prioridades esenciales para integrar esta información en el contexto.
6. Paredes que alimentan la imaginación
Una o varias paredes del dormitorio del bebé pueden convertirse en un lienzo artístico que alimenta la imaginación a través de sus dibujos o estampados. Las paredes delimitan los metros cuadrados disponibles en la superficie de la estancia. Pero la amplían visualmente a través de la creatividad y la expresividad que caracteriza a espacios infantiles que se llenan de vida y color. El papel pintado es un recurso que presenta múltiples opciones.
¿Cómo organizar y preparar la habitación de un bebé? Disfruta de todo el proceso creativo.