
En la mayoría de las culturas, el matrimonio es la consagración de una pareja. Es la cristalización de algo que fue tomando forma a lo largo de meses o años. Es decirle a amigos y familia: «¡Amo a esta persona y siento que voy a amarla por mucho tiempo!». Entonces, organizas la boda y la luna de miel.
¿Y luego? Probablemente, te encuentres con que ya no existe un camino oficial para seguir. Por eso, aquí te proponemos otras formas con las que podrás seguir celebrando la unión con tu persona amada.
Un registro vivo de su huella
Una forma original, y contemporánea, de celebrar tu matrimonio es construir un registro vivo de la huella que tú y tu pareja van dejando. Ya que las redes sociales de moda cambian con el pasar de los años, te proponemos servidores dedicados baratos para que montes un sitio web permanente. Allí podrás ir recogiendo fotos y momentos preferidos, con la seguridad de que contarás con un procesador Intel de última generación exclusivo, para que tus visitas accedan al material sin ninguna demora. Eso, sumado a un ancho de banda a prueba de congestiones, además del control total de los recursos. Con semejantes herramientas a mano, te resultará sencillo crear una comunidad de seguidores y monitorizar sus visitas, para saber, por ejemplo, desde qué países y regiones llegan.
Una vez elegido el servidor, solo te queda pensar en un nombre de dominio que los identifique, un diseño web quizás con colores de su estación preferida, y, por qué no, algunos acordes de la canción que bailaron cuando eran novios.
Viajar es aire nuevo
Conocer otras partes del mundo es el condimento perfecto para cualquier pareja, tenga la edad que tenga. Tal vez sea tiempo de usar esos ahorros para un momento especial y tomarse unos cuantos días lejos del trabajo y la vida cotidiana. Conocer nuevos paisajes y culturas no solo te oxigena, sino que añade nuevos temas de conversación en tu matrimonio e incluso también nuevas amistades.
Para que tus vacaciones sean exitosas, te recomendamos consensuar previamente el cronograma con tu pareja. ¿A los dos les gusta caminar por la naturaleza? Mejor aún. Pero si no es así, tal vez sea conveniente una negociación para que ambos tengan un poco de lo que más les gusta, y estén dispuestos a ceder otro poco.

Reinventar la intimidad
Los momentos más íntimos son fundamentales para mantener el fuego de un matrimonio. Pero ¿qué pasó con el elemento sorpresa? Si bien a medida que pasa el tiempo conocerás cada vez mejor el cuerpo y el gusto de tu pareja, nunca está de más preguntarle sobre sus preferencias en la cama. Quizás haya algún gusto nuevo, o algo que antes consideraban tabú y ahora están dispuestos a explorar.
La rutina no tiene por qué ser algo malo
Acabamos de ver solo algunas de las decenas de formas que existen para celebrar un matrimonio. A veces se trata de crear un registro para nosotros y nuestros seres queridos. Otras, buscar una renovación que mantenga el fuego.
Pero, a pesar de todo, la rutina no tiene por qué ser algo evitable, ya que repetir lo que más nos gusta también forma una estructura indispensable de todo matrimonio exitoso.