Con el paso del tiempo van apareciendo imperfecciones en la piel del rostro, aunque no son específicas de la edad porque también pueden aparecer en otras etapas de la vida. Es el caso de manchas o palidez, así como inflamación en la zona de los ojos, que contribuyen a afear el rostro y la mirada. Para evitarlo, hay trucos correctores y de cuidado que son de gran ayuda y, sobre todo, efectivos.

Manchas

El tono de la piel suele ser uniforme en todo el rostro, pero a veces no sucede así, apareciendo manchas en la zona de la frente. Lo mejor en estos casos es siempre la prevención porque suelen ser manchas producidas por los rayos solares.

Aunque se lleven gorras o se tape el rostro, nunca hay que olvidarse de ponerse protector solar para evitar su aparición. En caso de que ya estén presentes, la solución pasa por usar sérums y cremas antimanchas que, incluso tienen factor de protector solar. Otra alternativa son los despigmentantes nocturnos porque frenan la producción de melanina, aparte de estimular la renovación de la piel para recuperar el tono habitual.

Piel blanca

El problema en otras personas no es la aparición de manchas, sino todo lo contrario: una tez cada vez más pálida. Lo primero que hay que hacer en estos casos es descartar la falta de hierro y anemia.

manchas
Si este no es el problema ni está relacionado con ninguna otra patología, solo queda usar cremas con ingredientes que estimulan la piel y reactivan el tono rosado como el extracto de peonía. Además, se pueden obtener buenos resultados con sérums o ampollas flash que contengan vitamina C porque aporta energía y vitalidad.

Ojos hinchados

El cansancio, acumulación de líquidos y pasar muchas horas delante de un ordenador, entre otros factores, hacen que los ojos se hinchen. La solución puede estar en parches y contornos de ojos descongestionantes que, por ejemplo, contengan castaño de indias, café o caléndula. También hay que elegir aquellos que mejoran y favorecen la microcirculación, que tienen formato en roll-on o aplicador metálico.