Los viajes en familia, que se disfrutan con especial intensidad durante el verano, pueden concluir en un destino lejano o, por el contrario, alinearse con una estancia próxima al hogar. ¿Qué beneficios aportan a los niños las escapadas cerca de casa?
Indice
1. Desplazamientos breves
El tiempo de desplazamiento resulta especialmente intenso para los peques. Su percepción del tiempo hace que los minutos parezcan todavía más largos. Pues bien, los trayectos breves simplifican el proceso y previenen el aburrimiento.
2. Una preparación para hacer viajes más lejos de casa
Antes de dar el paso de descubrir un destino lejano, conviene contar con una preparación previa. Por ello, los viajes familiares que conducen a un destino próximo al hogar, suponen una base previa para programar en el futuro otras experiencias valiosas.
3. Conocer la belleza del entorno próximo al hogar
Con frecuencia, se produce una paradoja frecuente en el sector turístico: la familia conoce lugares emblemáticos que están a kilómetros de distancia, mientras todavía no ha visitado algunos de los puntos más admirados del entorno en el que reside. Los viajes que se desarrollan cerca de casa ponen en valor el arte, la arquitectura, las tradiciones y la oferta de ocio de lo local.
4. Incrementan la flexibilidad ante los imprevistos
En el contexto de cualquier viaje familiar, es habitual que se produzcan imprevistos que pueden tener una mayor o menor magnitud. En ocasiones, hay que tomar decisiones repentinas con poco margen de anticipación. La cercanía del propio hogar incrementa la flexibilidad en la respuesta.
5. Ritmo relajado
Un destino próximo a casa puede volver a disfrutarse en otras muchas ocasiones. Es decir, se transforma en un lugar al que volver para conocer más en profundidad el entorno y compartir momentos en familia. El contexto influye positivamente en el ritmo del viaje: puede ser más relajado y consciente.